De nuevo llega a la pantalla la biografía de un virtuoso de la música, de la mano del director Bernard Rose, presentándonos ahora la vida del extraordinario violinista Niccolò Paganini, la cual sigue siendo un mito hasta nuestros días.
Rose nos trae la historia de Niccolò Paganini (David Garret), el cual se encuentra en la cumbre de su carrera debido a la ayuda de su manager Urbani (Jared Harris), pero la vida de excesos lo lleva a un gran bache económico, situación que pretende resolver aceptando renuentemente una presentación en Londres, el único rincón europeo que no ha sido conquistado por su peculiar música.
Este viaje al pueblo Londinense es la parte central de la película, donde vemos a nuestro protagonista cambiar del egocentrismo y la vida llena de excesos, al amor puro e incondicional hacia una pequeña joven Charlote Wattson (Andrea Deck), antes de su gran presentación en el “Teatro Real de la Ópera”.
Si bien David Garret carece un poco en cuestión de actuación, el acierto del director al ponerlo, radica en que aprovecha al máximo sus dotes como violinista, dándole un magistral realismo al momento de interpretar las piezas musicales que nos ofrece esta cinta, ya sea el “Carnival of Venice” o el Caprice 24 cada una de ellas se ve excelente en la pantalla.
Es así, que a pesar de no explorar por completo la personalidad de uno de los más irreverentes músicos del siglo XIX. Las dosis de humor negro, la gran actuación de (Jared Harris) como el lúgubre Urbani y el realismo musical de esta película, complementan una cinta buena para pasar un rato agradable.